Un nuevo Elemento
El mundo se va a acabar, que vergüenza.
Jamás conocí más allá de la ventana, me quedé en las esperanzas mudas de ilusiones que se evaporaron en la mañana.
Si te dijera que hoy me voy a morir, tal vez me encontrarías debajo de tu mirada, que solo ve reflejos tuyos.
Pero ayer, me atreví a abrir la ventana y me asomé. Jamás imaginé que existiera y como si de algún lugar ya lo conociera, se diluía en mis manos, sabía reconocer que no tenía ningún color, que el mundo lo dibujaba, que me limpiaba y que utilizaba sus efectos en mi cuerpo.
Fui bajando y desnudo, me sumergí en el agua de la bahía, cerraba mis ojos, lo volvía a descubrir, burbujas salían de mi boca, de mi nariz y hasta parecía que de mi obligo.
Las manos, con el tiempo, se me envejecían, causando en mi un efecto secundario que solo el tiempo podía lograr.
Estoy leyendo tu blog y lo que llevo me agradó mucho, sobre todo esta entrada.
ResponderEliminarSaludos, Isabel.