Nadie como la nada, para hacerte compañía y volar por las mañanas hasta llegar a tu ventana, pararme, fijarme, buscarte, encontrarte y darte un canto matutino. Que te incite a divagar o que el canto se introduzca en tus sueños pasajeros. Mirarme al espejo, intentar pensar en mi existencia, revolotear mis alas. Pararme frente a ti, parado en tu almohada y echarme a volar.
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