Esta es la segunda
ilustración del libro.
Pienso que los encuentros
son como leerte el futuro, o la suerte. No sabemos si con exactitud todo lo que
sentimos es genuino o será duradero, pero el presentimiento es el que gana
siempre y de ahí, partimos para sonreír o para marcharnos entre la nada.
Una vez yo me quedé y
pareciera que perduré entre el tiempo y el espacio, atónito, observando que
nada es casualidad y que todo se libera con el tiempo. Que no importan las
ganas mudas, sino el deseo de querer salir de adentro.
Fragmento:
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