domingo, 1 de abril de 2012

El dilema del lugar indicado




Eso es triste, aparecer y desaparecer entre la nada.
Y me siento atrapado sobre un árbol con pocas ramas, que crujen. Que crujen, que se caen y que se marchan. Justo cuando comienza a llover agua fría, a cántaros y a granizadas.
Ni siquiera trato de cubrirme el cabello o la espalda. Ni siquiera trato de bajarme, trepando de rama en rama hasta descender a lo que no conozco.

Entonces muerto, casi vivo, llega con una escalera, me sonríe y sube conmigo. Pero no me ayuda a bajar, se queda conmigo en este lugar indefinido. Entonces me pongo a pensar que tal vez este sea el lugar indicado.


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