sábado, 22 de octubre de 2011

ausencia


MERCADO HIDALGO, Guanajuato, GTO.

Aún cuando su interior no luce arquitectónicamente barroco, la aglomeración de colores y texturas que inundan su interior, pretenden llenar cada vano en aquel mercado de aquella ciudad ya conocida.

Pero aun a pesar de todo eso, existe una ausencia casi imperceptible que le da personalidad a este lugar. No es la fruta ni la verdura, las especias de la india o de aquel campo, ni la carne o las cabezas de los cerdos mutilados. No es la gente que no compra artesanías en el segundo piso. No es nuestra señora de Guanajuato o el padre Hidalgo con su estandarte de la morena. No son los turistas que inundan el lugar o los puestos de comida que llenan de olores los pasillos.
Es la luz que las ventanas no permiten penetrar. Como si no fuera digna del lugar, a penas rayos tímidos se atreven a asomarse y refrescar las frutas para que esten frescas en las manos.
Esta ausencia de luz, por así llamarle, nos deja ver otros contrastes que en el exterior pasan desapercibidos o simplemente no existen. Estos colores, las texturas, los rostros, toman otro significado aquí dentro.










CuandoHabla el cuerpo


Las palabras sobran, no existen, los medios para comunicarnos a veces son tan complejos que lo único que importa es como te mueves para expresar una idea, transmitir sentimientos, cosas que no existen en un diccionario. Y entonces, surge el cuerpo como objeto de comunicación y puede llamarse bello.




Antagon Theater Aktion

Nada mas


Mis manos se están volviendo secas, han envejecido con el paso de las teclas y los nudillos ya no responden al llamado de las letras.
Mis células se rompen a cada paso que llamo a darles. Y la orden es rechazada de nuevo.
Y si mis manos estuvieran tersas, tal vez no te hubieras ido, tal vez seguiría implorando que llegaras, aunque sea tarde, y me desvanezco en tu mirada, que se apaga y que no me dice nada.

Mis manos se rompen cuando son tocadas por el viento seco de las tres de la mañana, ya no importa, la soledad te ha elegido, y yo, he dejado de existir en un mundo donde solía presentarme todos los días. A veces, quieres creer que las miradas no duran mas que diez segundos y en lugar de buscarme, te buscas a ti mismo, y mientras yo, desaparezco, como un rayo de sonido, cayendo desde el cuarto piso, dejando que las milésimas de segundo que llevaba mi vida en el universo, dejen de existir. Sin terminar una triste historia que tu creaste en mi mirada. Una ilusión que simplemente nunca existió. Un puño de desesperanza acumulada bajo mis párpados, pesadillas en las noches, dolor de estómago y mareos, tropiezos en la lluvia, tareas rezagadas, pensamientos que nunca fueron interpretados y que se perdieron en la cocina bajo los efectos de un café amargo con azúcar.

Y cuando finalmente caigo, despierto bañado de sangre con la cabeza bajo mi almohada, soñando un mundo que si existe en aquel rincón del universo. Y me veo volver y finalmente descubrirme, como cuando sentía esa seguridad frente al espejo, de saber que estaba ahí, que era yo y que nada iba a pasarme, que me tenía a mi y que no necesitaba nada más.


viernes, 7 de octubre de 2011

No ver es volver

No ver es volver





Quisiera que la vida tuviera tres pasos sencillos para desaparecer.
Verme a los ojos, comprenderme, quedarme quieto, voltear a ver a los demás, pensar que piensan, entender el mundo. Pensar el mundo.
Tomar de la mano el espacio que mantiene mis ideas dispersar en el tiempo.
Quisiera caminar y dormido, no ver lo que no puedo entender.
Que ojalá todo hubiera sido un mal sueño; mirarte, buscarte, desearte, soñarte, mirarte otra vez. Perderte, encontrarte, desearte de nuevo, ignorarte y perderme en tu mente, que piensa, que habla y que sueña despierta.