martes, 27 de septiembre de 2011

Solo el sufrimiento es del Hombre

Solo el sufrimiento es del Hombre





El silencio como un autorretrato,

la distancia como una compañía.

Y si el café fuera un adolescente y la anestesia como una madre inconsolable,

yo te hablaría de las tristezas. Te diría como se escurren por las venas y que como te llegan al cerebro. Te contaría como salen por los ojos y se limpian con pañuelos secos.

Y si el mar estuviera tan cerca

y las pisadas fueran agujeros. Yo te contaría del sufrimiento. Del orgullo que siente el hombre al no tenerlo. Y que el orgullo también es de los hombres.

Yo te contaría como lo evadimos con sonrisas, sin palabras, ocultando las miradas, huyendo de nosotros, huyendo de ti mismo, huyendo de todos. Huyendo de lamentos, huyendo de los besos, de caricias y un te amo por ejemplo.

Y si fueras tu también un hombre, nunca quisieras entender, algo que es exclusivo de los hombres, algo que con tantas ansias tu preguntas y caminarías derecho a tu destino, sin cuestiones ni arrepentimientos, que también disfrazan y que nadie quiere tenerlos.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Seguir unAve

Seguir unAve



Seguir un ave es cantar.
Seguir un ave es llenarte de secretos añejos que solo con el tacto escucharías, o con la mirada perpetuamente congelada.
Seguir un ave es como tocar el viento, o llenarte de plumas tus adentros, tus ropas o tus dedos.
Seguir un ave es caminar por donde mismo, pero diferente.
Seguir un ave es mirarla a los ojos fijamente, parpadear y descubrir lo que piensa...echarte a volar

martes, 6 de septiembre de 2011

solo contra el mundo

solocoNtraeLmUndO




Enséñame a escuchar, cada mañana cuando gritas y tu pecho se estremece, y se esconde y no vuelve el sonido...desaparece.

Enséñame a escuchar, mientras callas, mientras hablas, mientras miras y penetras mi mirada, mientras corres, mientras saltas y tropiezas, mientras bailas, maldices y regresas la mirada.

Enséñame a escuchar, las canciones que deliran tu cabeza, que te enseñan, que te caminan por dentro, que te hacen más sensible.

Enséñame a escuchar, la pintura que derramas en los dedos, que se mancha, que se limpia, que alucina, que se quita y que se vuelve a dibujar.

Y que corres, y que caes, y que en un sueño profundo. Oscuridad, despertar, volar, dormir, pesadillas vespertinas que me gritan, que me aluden, que me causan agudez. Que quisiera despertar, que no puedo, que me muero, que revivo y que me vuelvo a levantar.

Que si mis pies se rompen, que si mis ganas vuelven, que si las guitarras suenan, que si los violines lloran o que si el sol volverá salir. Y yo solo se, que estoy a punto de estallar.

lunes, 5 de septiembre de 2011

El escombro

eL eSCOMBRO


A veces, no podemos completar ese lugar, aquel vacío, aquella parte.

A veces, cada que mis dedos tocaban el piso, se desmoronaban en cachitos y cada pedacito se dispersaba en el aire, dejando una estela de brillo que no se diluía.

Pero aun no lo se, que cuando abro los ojos, despierto en aquel lugar de siempre, recostado y con los brazos extendidos o talmente cerrados.

¿Como dejar?

dejar de pensar, pensar en un cuento sin protagonista o en un callejón que se va desplazando con el viento, que no va a ningún lugar. Donde los gatos ladran, los grillos vuelan, los pájaros ronronean y el agua no deja de caer en ningún lugar, tan solo se deja fluir, como el tacto, como el odio o como un beso; impregnado en la piel, y que se esconde, detrás de la mirada, que se aparta, que se calla y vuelve a desaparecer.

A veces, pensaba que a aquella silla arrumbada le salían raíces con flores y mariposas, que se extinguían cada cinco centímetros que se alejaban de ella. Como un ritual que se repite, que se dibujaba y que se creaba y volvía a significar una cosa diferente....