martes, 27 de septiembre de 2011

Solo el sufrimiento es del Hombre

Solo el sufrimiento es del Hombre





El silencio como un autorretrato,

la distancia como una compañía.

Y si el café fuera un adolescente y la anestesia como una madre inconsolable,

yo te hablaría de las tristezas. Te diría como se escurren por las venas y que como te llegan al cerebro. Te contaría como salen por los ojos y se limpian con pañuelos secos.

Y si el mar estuviera tan cerca

y las pisadas fueran agujeros. Yo te contaría del sufrimiento. Del orgullo que siente el hombre al no tenerlo. Y que el orgullo también es de los hombres.

Yo te contaría como lo evadimos con sonrisas, sin palabras, ocultando las miradas, huyendo de nosotros, huyendo de ti mismo, huyendo de todos. Huyendo de lamentos, huyendo de los besos, de caricias y un te amo por ejemplo.

Y si fueras tu también un hombre, nunca quisieras entender, algo que es exclusivo de los hombres, algo que con tantas ansias tu preguntas y caminarías derecho a tu destino, sin cuestiones ni arrepentimientos, que también disfrazan y que nadie quiere tenerlos.

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